tristeza profunda e interminable, Eterna, siempre viva.
Una melancolía inmortal hasta en los momentos de jubilo.
Tristeza que no me abandona que me ahorca, que me ahoga y aun así no me mata. Quererte tanto hasta volverme loca, perder identidad para cumplir tus deseos, llenarme de tus peticiones y deseando profundamente que el sentimiento desaparezca.
Mirándome inexistente cuando por fin la melancolía se va. Rogando que vuelva la tristeza; quiero por lo menos sentir algo. Y algo incluye dolor. Peor que sentirse mal es no sentir.
Y yo ya no siento
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario